e inteligente....
Una buena película romántica está compuesta de pequeños detalles. Aquellos que a veces nos emocionan y que incluso no todo el mundo percibe, porque de algún modo conectan con nuestras vivencias o nuestros deseos personales. Por eso, para algunos es romántica una película que para los demás no lo es. Una palabra, un gesto, una secuencia, puede convertirnos una película en romántica y hacer que no podamos olvidarnos de ella.
El guión consiste de la siguiente trama. Una mujer, frágil en apariencia, parece muy sola, aunque lo único que hace es esperar un tren en el bar de la estación. Cada semana hace la misma parada mientras descansa, no hace nada, no cose por ejemplo que es lo único que mejor hace en su casa.... Pero bien, una de esas semanas conoce a un individuo solitario en apariencia, serio en apariencia y bien plantado en su traje gris o marrón, y de romántica mentalidad. Se enamorarán. Se separarán cada semana en la estación del tren, y aquel tiempo de espera se convertirá en el máximo sueno de su vida. La mujer vivirá unos dias, semanas llenas de infinita felicidad. El pequeno gran inconveniente es que ella está ... naturalmente lo podemos imaginar, casada con otro hombre. Hombre, sutil en apariencia, y tolerante realmente, pero lo más trágico de la historia es que no sabe hacer feliz a la ausente y dulce, tremendamente romántica mujer.
El final, mejor no desvelar y dejarlo a la ilusión de los espectadores.... más románticos.
Los protagonistas son, Celia Johnson, y Trevor Howard, Stanley Holloway, Joyce Carey, Cyril Raymond, Everley Gregg, ...